La digitalización sectorial es un camino de largo recorrido. La pandemia supuso un revulsivo y, en muchos casos, fue el catalizador que aceleró definitivamente cambios fundamentales en muchos sectores, pero la foto general, al menos en áreas con ciertas complejidades como el sector financiero, es que todavía queda tarea pendiente.
La aceleración en el desarrollo de estrategias digitales como la adopción del cloud o el auge de FinOps es notable en la banca, pero todavía quedan escollos que superar. Más que escollos, podríamos hablar acerca de detalles de normativa y cumplimiento que son, sin duda, una de las mayores dificultades que enfrentar.
La transformación digital ya no es una opción para los bancos. Se trata de una necesidad que incorporar en su ADN para seguir siendo competitivos y satisfacer las demandas variables de sus clientes. No hay una única interpretación sobre qué significa exactamente transformación digital, o digitalización, sino que es un concepto amplio que abarca desde los modelos de negocio, pasando por los procesos, los recursos y los cambios culturales que favorece la adopción de nuevas tecnologías.
Es el caso del cloud, la estrategia de cloud híbrido permite utilizar una arquitectura que ofrece una plataforma común a todo tipo de industrias tanto para construir como para administrar las cargas de trabajo. Esto permite elevar los estándares de seguridad a todos los niveles y facilitar, además, el cumplimiento normativo. El sector financiero tiene mucho que ganar con esta arquitectura para tener más agilidad, seguridad, eficiencia y capacidad de colaboración.
Las barreras de la digitalización en el sector financiero
¿Cuáles son los principales obstáculos para la digitalización del sector bancario? En primer lugar, tenemos algo inherente al negocio como es la capacidad de adquirir compromisos año a año por parte de la entidad. Es decir, la capacidad para poder acometer, o no, estos proyectos a largo plazo y con garantías de renovación, por así decirlo. En este sentido, todas las partes interesadas deben estar de acuerdo acerca de la priorización de las inversiones y nuevos objetivos. Estos objetivos deberían estar, a su vez, alineados con el mundo digital abierto. Esto es importante, ya que no abrirse en ese sentido significaría un estancamiento capaz de hacer fracasar cualquier intento de digitalización.
Otro impedimento, o barrera, mejor dicho, lo tenemos en la necesidad de la interoperabilidad entre entornos diferenciados. Un sector que es, por su propia naturaleza, bastante cerrado, necesita garantizar que toda la información basada en datos se comparta y almacene de forma segura en estos entornos híbridos. Aquí hay en juego mucho, por lo que es, sin lugar a duda, el punto de fricción más importante en el proceso de digitalización.
Y por último, pero no menos importante, están los riesgos asociados a las filtraciones y robo de datos. Las violaciones de datos son una de las mayores y más frecuentes amenazas en la seguridad del cloud en la actualidad. Por este motivo, y sobre todo en un sector como el de la banca, asegurar los datos y blindar los sistemas es prioridad número 1 y, a la vez, una de las mayores barreras de entrada en la adopción de estas arquitecturas.
Las cinco áreas principales en las que enfocar la transformación digital en el sector bancario
Teniendo en cuenta que los riesgos existen y que hay que tener en cuenta cómo afrontarlos en todo momento, podemos establecer cinco áreas principales en las que enfocarse para emprender la transformación digital en el sector bancario:
- Estrategia digital. Los principales objetivos deberían centrarse, sobre todo, en la oferta de productos y servicios como palanca para aumentar ingresos y mejorar la eficiencia operativa. ¿Cómo? Mediante la automatización de los procesos y la modernización de las infraestructuras informáticas.
- Enfocarse más en el negocio digital, ya que la mayoría de las estrategias de digitalización se centran en mejorar la experiencia del cliente y ofrecer servicios y productos digitales 24×7. Hacer seguimiento de los clientes y las ventas digitales es un área de mejora.
- Presupuesto adecuado para la digitalización. No contar con un presupuesto específico para la transformación digital es un factor decisivo para fracasar en la tarea.
- Gobernanza y cooperación son facilitadores clave de la transformación digital. Establecer un tono adecuado y un marco de control interno eficaz es sinónimo de éxito.
- Tecnologías innovadoras. Sí, la nube es la primera opción, pero también elegir las APIs adecuadas y hacer un buen uso de la Inteligencia Artificial como apoyo a la toma de decisiones tienen todo el sentido.