Con la consola KVM, accede a tu Servidor en la Nube como si lo tuvieras delante
KVM es un mecanismo útil para los administradores de sistemas que permite conectarse en remoto al servidor y realizar una sesión como si estamos delante de la máquina. Esta funcionalidad está fácilmente disponible para los Servidores Cloud desde el Panel de Control de los CloudBuilder Next, como explicamos en este artículo.
Para hacernos una idea de la utilidad de KVM, podemos considerarlo como un recurso alternativo para solucionar problemas con una máquina cuando no es posible conectar mediante otro mecanismo. KVM resulta útil para entrar en la máquina cuando debido a un problema de configuración se ha quedado colgado o inaccesible. También puede resultarnos útil, por ejemplo, cuando nos encontremos fuera de la oficina, sin la posibilidad de acceso a nuestro cliente de SSH y queremos mediante una simple página web acceder a las posibilidades de administración de la máquina.
Un caso de uso típico sería haber cometido un error de configuración del firewall y que, debido a ello, no se nos permita acceder por SSH desde nuestro ordenador habitual. También un tiempo de respuesta demasiado grande de la máquina, que no nos permita realizar una sesión por SSH normalmente y, por ello, necesitemos conectar con la máquina por otra vía para saber en qué se encuentra ocupado. En esos casos y en muchos otros, KVM nos puede salvar la vida, al permitirnos entrar en la máquina y lanzar los comandos necesarios para restaurar su buen funcionamiento.
Podemos acceder al servidor por KVM independientemente de su sistema operativo, ya que es una alternativa que funciona tanto en Windows como Linux. Y si utilizamos Cloudbuilder Next para gestionar nuestros Servidores Cloud, podemos acceder desde la interfaz web del propio Panel de Control.
Acceso a un servidor por KVM
Desde la sección de Infraestructura > Servidor tenemos que seleccionar en el Servidor Cloud al que queremos conectar por KVM de la lista. En el botón Acciones, seleccionamos la opción Iniciar consola KVM.
Esto abrirá una nueva pestaña o ventana en el navegador donde podremos hacer login en el sistema, usando los mismos datos de acceso que usamos habitualmente para SSH en Linux o Remote Desktop en Windows. Es decir, los datos de login y contraseña que se configuraron al crear la máquina, a no ser que posteriormente se hayan cambiado.
Cuando se trata de un servidor Linux, el acceso KVM nos permite lanzar comandos de terminal. Desde la página web podremos escribir todos los comandos como si estuviéramos físicamente delante en la máquina.
Sin embargo, cuando accedemos a un servidor Windows la interfaz de KVM es gráfica, mediante ventanas igual que el acceso mediante Microsoft Remote Desktop. En el caso de Windows, hay que tener en consideración dos detalles importantes:
- Ya que KVM trabaja en Windows con interfaz gráfica, será necesario un mayor ancho de banda para que la sesión sea suficientemente fluida. En cualquier caso, tendremos que guardar algo más de paciencia para acceder a la máquina que solo por terminal.
- El login en la máquina se realiza con la combinación de teclas CTRL+Alt+Suprimir. Pero como accionar esas teclas en el ordenador puede provocar que nuestro sistema las entienda como un mensaje a nuestra propia máquina, existe un botón en la interfaz de KVM para accionar esa combinación de teclas en el ordenador virtual. Está arriba a la derecha, al lado de la opción para pasar a pantalla completa.
Una vez hecho login, podremos ver la pantalla del sistema operativo Windows dentro de nuestro navegador.
Dado que la interfaz de acceso a KVM es a través de un navegador, es recomendable tener una versión actualizada en nuestro ordenador. Si experimentamos problemas con algún navegador en concreto, es recomendable probar el acceso con otro que tengamos ya instalado y correctamente actualizado.