Cuatro tendencias sobre el cloud que se están consolidando en 2024

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Las tendencias tecnológicas suelen recopilarse, tradicionalmente, en los meses finales del año. Sin embargo, en este sector todo avanza tan rápido que también tiene sentido hacerlo a medio ejercicio para ayudar a planificar y arrancar septiembre con un nuevo curso de desarrollos, avances y novedades dignas de contar. Hoy, traemos cuatro tendencias importantes para lo que resta de año en entornos cloud y que ya se están consolidando.

Índice

Optimización y refactorización de la infraestructura

Los números del uso de servicios e infraestructura de nube pública no mienten: cada vez son mayores y hay un porcentaje de penetración creciente en las organizaciones. Sin embargo, todavía existen muchos despliegues deficientes, mal implementados y planificados.

Para que el cloud sea más eficiente, resistente y rentable, es necesario echar un vistazo a cómo se ha planteado la infraestructura y cómo se puede mejorar. Así, cualquier intento apresurado o con mala planificación se puede optimizar.

La refactorización de la infraestructura de la nube debería enfocarse primero en la consolidación y optimización, eliminando sobredimensionamientos en los sistemas  y determinados elementos redundantes, dado que la nube ya aporta de por si estas características sin incurrir en costes adicionales para los clientes.

Nuevas arquitecturas de aplicaciones, implican nuevos tipos de infraestructura 

Además, es necesario contemplar la transformación o modernización de nuestra infraestructura actual a la hora de desplegar la misma en la nube, por ejemplo teniendo en cuenta tendencias como las que comentan desde la consultora Gartner: el 15% de las cargas de trabajo de producción locales se ejecutarán en contenedores para 2026.

Para prepararse hay que evaluar las alternativas centrándose en su capacidad para gestionar, integrar y transformar frente a las limitaciones de tiempo, talento y recursos. Recurrir a soluciones tradicionales solo porque hayan funcionado bien en el pasado es un error común. Al contrario, innovar y encontrar nuevas soluciones que satisfagan las demandas del negocio es el verdadero camino del éxito, y más en el contexto de aplicaciones nativas en cloud para gestión de datos masivos, escalables y actualizables en tiempo real, y completamente automatizadas en sus etapas de desarrollo, testeo y producción.

Los equipos del centro de datos adoptarán los principios del cloud on-premise

Los centros de datos están redefiniendose a medida que las organizaciones recurren a proveedores de cloud. Utilizados en tándem con los nuevos modelos as-a-service para infraestructuras on-premise, pueden imitar servicios similares a los que nos proporciona la propia nube, trasladando muchos de los beneficios del cloud a las infraestructuras on-premise.

Según Gartner, el 35% de la infraestructura de los centros de datos se gestionará desde un plano de control basado en la nube en 2027, frente a menos del 10% en 2022. Para lograrlo, el camino pasa por tres etapas o pasos determinantes:

  • Construir infraestructura nativa de la nube dentro del centro de datos
  • Migrar las cargas de trabajo de las instalaciones propias a instalaciones de coubicación
  • Adoptar modelos as-a-service para la infraestructura física

No significa que haya que transitar por estas tres etapas, sino más bien son tres elecciones inteligentes para lograr el objetivo. Por otro lado, la fijación de precios basada en el pago por uso en el centro de datos es una tendencia al alza. Es algo que permite pagar por el hardware de forma progresiva y mes a mes, del mismo modo que se hace en el modelo cloud tradicional. Tanto es así que los principales proveedores de hardware tienen ahora programas de precios basados en el uso.

Prioridad en el crecimiento y formación de sus equipos

Una de las mayores barreras en la adopción de la tecnología, sea cual sea, es no disponer de profesionales cloud altamente cualificados, especializados y formados dentro de la propia organización. Si, además, tenemos organizaciones que no puedan contratar y retener a profesionales externos de manera sencilla y accesible para cubrir las carencias, hay un problema. 

Esto se puede revertir si las organizaciones de IT dan prioridad al crecimiento orgánico de las competencias operativas, que deben pasar a ser la máxima prioridad de los responsables en 2023.

Asimilar nuevas funciones o perfiles, como el SRE (Site Reliability Engineer), o hacerlo  a través de consultores expertos en la materia para equipos de desarrollo y unidades de negocio, es otra de las patas fundamentales que, según Gartner, diferenciarán a las organizaciones exitosas de las que se quedarán en el camino. Según la consultora, el 60% de los equipos de infraestructura de centros de datos tendrán competencias relevantes en automatización y nube en 2027, frente al 30% en 2022.

Fernando Fuentes

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