La economía del dato surge a raíz de la creciente generación de datos en todos los ámbitos que ven cómo su valor crece gracias a su tratamiento, procesamiento y análisis científico. El Big Data y la Inteligencia Artificial se alían para convertir a los datos en un bien de primera necesidad para la generación de oportunidades de negocio, así como la creación de nuevos negocios innovadores que nos permitan avanzar como sociedad.
A nadie se le escapa que dominar la gestión del dato, es decir, llevar ese tratamiento, proceso y análisis del dato a cotas excelentes, será lo que diferencie a unas empresas de otras. Las cifras nos dan una idea muy aproximada del impacto de la economía del dato en la sociedad. Según los cálculos del gobierno, la gestión del dato tendrá un impacto en el 4% del PIB español en 2025 y generará unos 750.000 empleos.
Eso sí, teniendo en cuenta lo que hemos expuesto hasta ahora, las empresas pueden sentirse tentadas de mantener “escondidos” sus datos, en el sentido de poner todas las trabas posibles para ponerlos a disposición de otras compañías. Sin embargo, es al contrario: compartir datos puede suponer una ventaja competitiva, y es por eso que muchas empresas están abogando por esta buena práctica.
El intercambio de datos puede ser beneficioso por diversos motivos. Por ejemplo, mejora la eficiencia en las cadenas de suministro y favorece el desarrollo de productos más rápido. Las empresas se pueden beneficiar del acceso a datos de terceros que complementen los que ellas ya tienen a su disposición, lo que permite, por ejemplo, un mejor entrenamiento de modelos de machine learning. Mejores predicciones de fallos de máquinas, de la demanda de un producto, de tendencias de mercado o de afluencia a un lugar son aplicaciones casi inmediatas del uso conjunto de datos entere distintas organizaciones.
Para empresas adscritas al mismo sector, las sinergias que se pueden obtener al cooperar compartiendo datos impulsarán la innovación y los avances que, a la postre, redundarán en su propio beneficio y permitirán madurar al mercado mucho antes. Se generarán nuevas oportunidades de negocio y todos, empresas y sociedad, nos beneficiaremos de ello.
Para conseguir que este intercambio de datos se generalice, se necesita la construcción de de entornos seguros y que proporcionen confianza a sus participantes. Surgen, así, los espacios de datos.
¿Qué es un espacio de datos y qué características tiene?
La definición canónica de espacio de datos podría ser esta: es un ecosistema donde se comparten por voluntad propia los datos de quienes participan en él, desde el sector público, hasta grandes y pequeñas empresas, individuos, organismos, etcétera. Todo esto se ha de enmarcar en un contexto de auto-soberanía, confianza y seguridad, y hará posible compartir, consumir y diseñar productos o servicios a partir de ellos.
Partiendo de esa base, los espacios de datos tienen las siguientes características:
- Son ecosistemas que generan confianza debido a las garantías de seguridad que ofrecen a los participantes sobre sus datos. Además, no hay individuos (entidades individuales, por extensión) con mayores privilegios que otros y, por tanto, se crea un ecosistema de compartición entre iguales. La gobernanza también se garantiza, con lo cual cada participante mantiene el control sobre sus propios datos e impone los términos y condiciones bajo los que se pueden utilizar
- Los espacios de datos son independientes de la tecnología subyacente, lo que favorece la portabilidad y su despliegue en diferentes infraestructuras físicas
- Se crean atendiendo a los principios FAIR (del inglés FAIR – Findable, Accessible, Interoperable, and Reusable). Los datos FAIR son los que cumplen con los principios de encontrabilidad, accesibilidad, interoperabilidad y reutilización. Al adaptarse los espacios a estos principios se facilita la localización, el acceso y el uso de los datos, así que es necesario que los conjuntos de datos sean descritos correctamente, incluyendo las taxonomías utilizadas y sus restricciones de uso.¡
- Favorecen la aparición de los intermediarios de datos, así como un buen número de otros roles como productores de datos o consumidores, contribuyendo al crecimiento de la economía del dato
- El espacio de datos asegura y garantiza la identidad de los participantes, gracias a los mecanismos de homologación para participar en este ecosistema
- Habilitan políticas de acceso y uso de la información, aspectos configurables por los propios usuarios en función de sus intereses.
- Aseguran la interoperabilidad y las sinergias con otros espacios de datos de diferentes alcances, tanto geográficos como sectoriales.
Los proveedores cloud, como Arsys, juegan un importante papel en el desarrollo de los espacios de datos, ya que habilitan infraestructura y servicios neutros, seguros y confiables que favorecen el impulso de la nueva Economía del Dato. Entre los principales motores que están impulsando la Economía del Dato se encuentra el proyecto europeo Gaia-X, en el que Arsys participa. Gaia-X está desarrollando los mecanismos de gobernanza, organizativos y técnicos que van a permitir afianzar un mercado digital único donde se respeten las mismas reglas de juego que comparten los países miembros de la Unión Europea en el plano físico.